XAVIER SALA-I-MARTÍN sobre el "paraíso" sueco:
Hace tiempo que sospecho que mucho de lo que pasa en Suecia es propaganda progresista, y lo sospecho porque he estado ahí y lo he visto, he hablado con ciudadanos y economistas y he analizado los datos.
Empecemos por la riqueza. Según la OCDE el producto interior bruto per cápita sueco del 2004 era de 29.148 dólares (ajustando por el poder adquisitivo). En comparación, el de Estados Unidos es de 36.557 dólares: ¡un 22% superior! En 1975, la renta relativa de Suecia era de 91%. Es decir, si el PIB americano era 100, el sueco era de 91. Desde entonces, la renta relativa bajó paulatinamente hasta tocar fondo en 1993 con un 75%. Desde entonces, se ha recuperado un poquito hasta el 79% actual.
Suecia es hoy el cuarto país más rico de la Unión Europa. ¡No está mal! Bien, de hecho no estaría mal si no fuera porque, si en lugar de estar en la UE estuviera en América, Suecia sería el séptimo estado ¡más pobre de Estados Unidos!
Durante décadas, el contrato social implícito en Suecia era que tú pagabas unos impuestos elevados y cuando te iban mal las cosas el Estado te protegía. El problema apareció cuando una enorme crisis a principio de los noventa dejó al sector público sin recursos, por lo que no pudo cumplir su promesa... justo cuando los ciudadanos más lo necesitaban. Eso despertó a muchos suecos del sueño en el que habían vivido, por lo que echaron a los socialdemócratas del gobierno. Los liberales introdujeron reformas y fomentaron la libertad de elección de servicios como la escuela, la sanidad o las pensiones. Intuyendo el descontento popular, los socialdemócratas cambiaron de plataforma hasta el punto de que, cuando volvieron al poder, no hicieron marcha atrás sino al contrario. A muchos les sorprenderá saber que, hoy en día, Suecia tiene un sistema de cheque escolar y tiene una parte de la seguridad social privatizada: dos de las políticas que más ferozmente critican los progres españoles que tanto quieren que nos parezcamos a los escandinavos.
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