lunes, octubre 05, 2009

[Actualizado] MI CORRESPONSAL FAVORITA, Yolanda Monge de El País, ataca de nuevo. Después de decirnos que los que osan manifestarse contra la reforma sanitaria de Obama son unos nazis, ahora nos alerta de quienes censuran al presidente de EEUU por su error de principiante por su fracaso en llevar los Juegos Olímpicos a Chicago. "Una campaña de odio amenaza a Obama", escribe con un muy probable escalofrío.
Unos ataques que van en aumento y en los que ya hay quien invita a un golpe de Estado. "Cada día gana más peso la posibilidad de que los militares tengan que intervenir como último recurso para solucionar el problema Obama", escribe el columnista del sitio digital Newsmax, foro de encuentro en Internet de los extremistas.
Es curioso que Yolanda sólo hable de "el columnista" sin dar nombres, con lo fácil que es. ¿Por qué? Pues porque si hubiera dicho que es John Perry sabríamos que es un histórico del partido Demócrata, que trabajó en la Casa Blanca de Lyndon B. Johnson y de Jimmy Carter, y también para el gobernador demócrata de Florida Leroy Collins. Vaya por dios.

Si pasamos al argumento de Perry, estúpido sin duda, vemos que el deseo de un golpe de estado contra Obama no viene precisamente de la derecha, que desde luego lo critica pero sin pasar a mayores. ¿Queréis otro ejemplo además de Perry? Nada menos que Gore Vidal, todo un facha él. Y pasemos ahora por alto que el único golpe de estado frustrado que ha habido jamás en Estados Unidos fue protagonizado por Demócratas junto con... el Ku Klux Klan.

¿El resto? El mismo cansino argumento de que criticar a Obama es incitar el odio, olvidando ocho años en los que pasaba esto sin que Yolanda moviera una pestaña porque era una legítima expresión de libertad. Y es verdad, lo era. Pero también lo es ahora.

ACTUALIZACIÓN. Olvidaba que hace tres días que se sabe perfectamente que esa encuesta en Facebook sobre si hay que asesinar a Obama, que tanto preocupa a Yolanda, no era exactamente una amenaza sino una "broma" de mal gusto de un niño, que ha sido localizado y contra quien no se han presentado cargos.