miércoles, diciembre 15, 2010

UN INTRUSO ENTRÓ A ROBAR en casa de R.C. Soles, un senador estatal de Tennessee que siempre ha votado en contra del derecho a portar armas. ¿Y qué hizo el buen hombre? Lo habéis adivinado: sacar una pìstola y pegarle un tiro...

Es evidente: los políticos contrarios a las armas en realidad no son contrarios; de otro modo ellos, o sus escoltas, irían desarmados para dar ejemplo. Pero no. Simplemente es que creen que los demás no tienen derecho a defenderse igual que ellos. La vida de un brahman no vale lo mismo que la vuestra o la mía, por lo que parece.