MATY PREGUNTABA el otro día el por qué de tanta atención a Iraq y tan poca a otros lugares calientes. Y es una buena pregunta: la verdad es que las circunstancias hacen que los medios presten mucha más atención Iraq, que se ha convertido en cierta manera en el epítome del conflicto entre el islamofascismo y occidente, por un lado, y entre quienes en occidente opinan que hay que enfrentarse a él y quienes creen que lo mejor es apaciguarlo, por otro. Y sobre todo porque, como hemos visto con el episodio de Giuliana Sgrena, los medios se encuentran firmemente aposentados en uno de los bandos, combatiendo ideológicamente con ellos, y casi nunca de las ocasiones en el lado que cabría esperar.
En otros escenarios la información disponible es mucho más escasa y, salvo que uno se desplace allí personalmente, está preso de lo que quieran informar los medios de comunicación, sobre todo en países como el Congo o Afganistán en los que a diferencia de Iraq la blogosfera no está desarrollada. Pero conste que aquí he hablado varias veces del Congo (particularmente del escándalo sexual atroz de las tropas de la ONU), y aún más a menudo de Afganistán, entre otras cosas gracias al impresionante trabajo de Arthur Chrenkoff, que tiene hoy un nuevo repaso a las buenas noticias que vienen de allí. Como siempre, lectura altamente recomendada.
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