ES UNA BUENA NOTICIA que los dos periodistas franceses secuestrados en Iraq hayan sido liberados. Sin duda alguna desde una perspectiva individual, la de ellos y sus familias y amigos. Como dice Fausta, queda por ver si se ha pagado algún tipo de rescate por su liberación (algo que si no fuese porque quien lo niega es el gobierno de Chirac sería más creible), y en ese caso cuáles serían los efectos en la política exterior y antiterrorista de Francia.
De hecho, de las de todos los países que no estén declaradamente en el bando islamofascista. Nótese que escribo "que no estén declaradamente" para poder incluir a unos cuantos más...
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