¿OS ACORDÁIS que todo yanqui de bien estaba pensando en hacer las maletas y emigrar a Canadá tras la victoria de Bú, porque la vida se había vuelto allí insoportable, totalitaria, fascista, y tal y tal?

Todos los medios confirmaban tal tendencia porque, decían, las visitas al web de inmigración canadiense se habían multiplicado por no sé qué factor. Y era cierto; pero también es cierto algo que ya no nos cuentan; pasada la tontería, las peticiones reales de residencia han sido, en los seis meses siguientes a las elecciones, inferiores a lo habitual:

Canadians can put away those extra welcome mats -- it seems Americans unhappy about the result of last November's presidential election have decided to stay at home after all.

In the days after President Bush won a second term, the number of U.S. citizens visiting Canada's main immigration Web site shot up sixfold, prompting speculation that unhappy Democrats would flock north.

But official statistics show the number of Americans actually applying to live permanently in Canada fell in the six months after the election.

(via Tim Blair) Gente que va de boquilla hay en todos lados, desde luego.