martes, marzo 13, 2007

ESTA COLUMNA de Jonah Goldberg en el Los Angeles Times se refiere naturalmente a EEUU, pero reverbera también por aquí donde los ánimos están tan exaltados. Goldberg dice que el concepto de unidad (de consenso, si queréis) está sobrevalorado e incluso puede llegar a ser antidemocrático. Quita hierro a los desencuentros en democracia, que en realidad son su salsa; sin desacuerdos ni desavenencias no hay democracia real. Y sólo hay que mirar al pasado para relativizar la situación: lo que ahora parece que no tiene precedentes no es ni de lejos lo más serio que ha ocurrido. Sólo hay que recordar la sangre que se derramaba de forma casi trivial hasta hace bien poco.

En realidad, cuando uno hace un llamamiento a la unidad, está diciéndole al otro que se calle y que le dé la razón: "Nunca he visto a nadie que haya dicho que es necesario mirar más allá de la ideología abandonar su propia postura por mor de esa unidad", escribe Goldberg acertadamente. "Many of our greatest heroes were men and women who were willing to rock the boat. If consensus is such a high political value, then the abolitionists, suffragettes and civil rights marchers are all villains."

Repito: la tesis tanto vale en Estados Unidos como aquí. Requiere registro gratuito, pero vale la pena.