CASO ROQUETAS = caso Almería bis, recuerda Lazarillo.
ACTUALIZACIÓN. Es un muerto inoportuno, dice Francesc-Marc Álvaro:
Incluso para morirse en un cuartel de la Guardia Civil hay que ser oportuno y previsor. El agricultor Juan Martínez Galdeano, fallecido en el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas de Mar (Almería), ha descuidado algunos detalles importantes para que su extraño deceso merezca la atención, la alarma y la indignación de la buena gente de las Españas. Analicemos estos detalles.ACTUALIZACIÓN II. Me había olvidado el primer enlace, sorry.
Primero: no es lo bastante bueno narrativamente para las almas sensibles y progresistas ser un agricultor almeriense que acude a la Guardia Civil para denunciar un accidente de tráfico. Es mejor ser un electricista brasileño en Londres y que te disparen por error en un contexto de máximo riesgo. El segundo caso permite mucha más literatura sobre el racismo, la maldad intrínseca de las fuerzas represivas y el terrible recorte de libertades que - supuestamente- soportamos a causa de la conspiración de los neocon.
Segundo: no es nada correcto políticamente morirse bajo el imperio del talante en el país de las maravillas, donde el presidente nunca dice no,donde cada mañana se alumbra una oportunidad histórica y donde contamos con amigos tan guay como Chirac, Schröder, Chávez y Putin. Esta foto de Roquetas no cuadra con tanta bondad. El guión exige que el muerto aparezca cuando en la Moncloa viva Aznar o su ungido, para que todos nos sintamos seguros con el relato.
[...] Quinto: lástima que éste no sea un muerto de 1940 porque podría investigarlo rápidamente alguna comisión de la memoria y sin necesidad de abrir ninguna fosa común.
Y sexto: será difícil que la familia del agricultor muerto en un recinto de la Guardia Civil consiga aparecer tantas veces por día en los informativos de TV3 como los padres del electricista brasileño abatido en el metro de Londres.
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