"LA DISCREPANCIA RAZONADA y la crítica argumentada están siendo progresivamente sustituidas por los linchamientos morales y los asesinatos de carácter," afirma Javier Pradera al principio de un artículo en el que inmediatamente pasa a descalificar sin razonar y a criticar sin argumentar a cualquiera que piense distinto. Pradera aprovecha alguna frase no demasiado afortunada, como la del senador Ignacio Cosidó, y dispara por elevación contra todo lo que se mueva, usando frases despectivas y expresiones llenas de desprecio.
Lo que me extraña es que sea El País el que publique algo así, que de linchamientos morales y asesinatos de carácter no saben nada; todo lo que hacen son valientes denuncias de todo aquello que nadie más que ellos se atreve a denunciar...
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