[Actualizado 2 veces] LA VERDAD ES QUE HOY la prensa del régimen está que se sale. Sólo hay que mirar las portadas de
El País, de
Público y de
El Periódico. Por lo que se ve, Marruecos no está haciendo nada, y la tensión es provocada exclusivamente por el PP. ¿A quién se le ocurre que González Pons osara viajar a un territorio español en situación de tensión y con bloqueos de productos básicos? Si fuera Gaza, el todo el mundo árabe y muy buena parte del occidental criticaría el bloqueo al unísono, culpando a quien lo implementa, Israel. Pero aquí parece que las fuerzas de progreso y democráticas ven el bloqueo en sí como algo que no es nada del otro mundo: en caso contrario criticarían primero a Marruecos, y sólo hecho eso entrarían en matices de si la actitud del PP es más o menos acertada.
Pero supongo que es difícil llevar adelante una estrategia en sí cuando el ministro competente en estos temas, Moratinos, (que además presume de que uno de sus activos es su buena relación con el mundo árabo-musulmán) lleva semanas incomprensiblemente
missing in action. Qué afortunados son los de Hamas, que pueden culpar del bloqueo al vecino Israel y no tienen que hacer malabarismos para culpar a al-Fatah por del bloqueo... Y no por falta de ganas --se llevan a muerte, y además literalmente-- sino porque sería tan ridículo que hasta a ellos les daría apuro convertirse en un hazmerreir del planeta. Parece que el PSOE y el Gobierno español no tienen esos escrúpulos. Por lo menos ya hemos aprendido algo: tras los berridos contra el bloqueo de Gaza, el PSOE ha encontrado un bloqueo que le gusta.
Los del PP son agitadores profesionales por criticar e ir a visitar la zona, dicen desde el PSOE. Sí, el PSOE, el partido que en la crisis de 2001 que acabaría desembocando en lo de Perejil desplazó a su entonces secretario general y jefe de la oposición, Zapatero a Rabat para reunirse con Mohammed VI. Fue un viaje en plena crisis diplomática en la que ambos países habían retirado sus embajadores, y que ni se coordinó con el gobierno antes de realizarlo, ni se dio cuenta de lo tratado una vez regresados a España. Inaudito en una democracia. Lo único que trascendió, de forma muy significativa, fue esta especie de foto oficial de Zapatero y Mohammed VI:
Como puede observarse, la estancia estaba decorada por un mapa en el que todo el Sahara y, sobre todo las Canarias, forman parte de Marruecos. Ceuta y Melilla quedan fuera de cuadro, pero no es arriesgado dar por hecho que también lo estaban.
Es decir: en un momento de importante tensión entre los dos países, el jefe de la oposición hace un viaje no autorizado y semisecreto a la otra parte del conflicto. No se sabe de qué hablan, pero sí que, cuando pocos meses más tarde Marruecos ocupa Perejil y es expulsado por las fuerzas armadas españolas, el PSOE critica al gobierno español. En cualquier país democrático normal, eso les podría haber supuesto problemas legales o, en el mejor de los casos, un descrédito tal que hubiese provocado una hecatombe en el partido que lo haría inelegible por unas cuantas décadas.
Imaginad si, en vez de ir a Melilla (que en definitiva es territorio español), González Pons hubiese ido a Rabat a hablar con el rey, sin avisar antes el gobierno y sin explicar lo tratado después. El mundo se habría venido abajo con acusaciones de "traición" y "consejo de guerra ya".
La llamada del Rey cuando casi no había pasado nada seguro que hizo pensar a Marruecos que España consideraba el tema como algo mucho más grave de lo que parece, porque de otro modo no habría llamado él. Esa llamada les dio un arma: ignorar lo que se habló y no sólo seguir, sino incrementar algo la tensión. Todo un bofetón diplomático. Sobre todo cuando al mismo tiempo oyen por la radio a Elena Valenciano decir que sí, que Marruecos le interesa mucho estar a bien con España porque tienen muchos intereses en ésta, pero que España tiene más intereses en Marruecos y por tanto España está más interesada que Marruecos en solucionar el problema. Porque no la tengo de alumna de Técnica Negociadora, por eso se libra del cero patatero a perpetuidad que le pondría al oirla diciendo esto: hasta un niño sabe que no se puede mostrar más interés que la otra parte cuando tratas de negociar algo.
Y termino: si esto es confirmado ("
Rabat consigue la retirada de las policías españolas de la frontera") es de lo más deleznable que ha ocurrido en mucho tiempo, a dos niveles. Primero, pone en evidencia que paridades, ministerios de igualdad y grandes promesas, a pesar de la grandilocuente retórica de estos años, son sólo papel mojado que se tiran a la basura a las primeras de cambio. Y segundo, y más importante, demuestra a Marruecos que España está dispuesta a ceder en cuestiones básicas de su programa social y político sin casi resistencia, y que por tanto sólo tienen que ir elevando gradualmente la presión para ir consiguiendo cada vez más cosas.
Si sumamos todos los factores, la conclusión es clarísima: nos espera crisis para rato, con gran riesgo de que se produzca un incidente con fuego real relativamente pronto. La gran duda es qué instrucciones han dado Zapatero-Chacón a las fuerzas armadas para responder llegado el caso. Y cuesta cada vez más concederles el beneficio de la duda, así que hemos de esperar lo peor: un agravamiento de la situación que no se produciría si fuesen medianamente competentes en el ámbito diplomático, seguido -espero que no- de un enfrentamiento en el que los soldados serán poco más que patitos de feria, puestos para que los disparen pero sin que prácticamente puedan responder.
ACTUALIZACIÓN.
Fernando Isawaki:
Quiero recordar que en 2002, cuando Marruecos invadió con sus fuerzas militares el islote de Perejil, el gobierno de Aznar no recurrió a la Casa Real. España buscó en vano apoyo en la OTAN, luego solicitó un pronunciamiento de la Unión Europea que nunca llegó y finalmente optó por una medida de fuerza, previa garantía del apoyo de Estados Unidos ante una hipotética respuesta marroquí. Por supuesto, Marruecos y Rodríguez Zapatero -entonces líder de la oposición en España- condenaron la recuperación de Perejil con el uso de la fuerza.
¿Para qué nos sirven la memoria y las hemerotecas? En su afán de sabotear al gobierno del PP, Rodríguez Zapatero visitó al Rey de Marruecos en diciembre de 2001 en su calidad de líder de la oposición. No era nadie ni representaba a nadie, pero fue hasta Rabat y se fotografió de lo más sonriente en un salón presidido por un mapa marroquí que mutilaba territorios españoles y que fue portada de "La Vanguardia" (19.12.01). Si entonces no le faltaron arrestos para visitar a Mohamed VI, ¿por qué no lo llamó él mismo en lugar de recurrir al Rey de España? ¿Acaso Zapatero no es el presidente de gobierno español que más veces ha visitado Marruecos, como le gusta pregonar a sus agradadores?
Marruecos está en lo suyo y nadie conseguirá que renuncie a sus reivindicaciones; pero como "lo suyo" no es suyo, es al Estado español a quien le corresponde dejar muy claro -ante Marruecos, ante la comunidad internacional y ante la opinión pública española- cuál es la realidad y la legalidad de las cosas. Y que conste que escribo Estado y no gobierno, para dejar claro que la soberanía española es una cuestión de Estado y no un epígrafe dentro de un plan de gobierno. En cualquier caso, si el PSOE tiene alguna idea exótica sobre la soberanía española, todos agradeceríamos que la planteara durante las elecciones.
ACTUALIZACIÓN. Pepe Blanco, como siempre
pasándose de frenada:
Las dos visitas en sendos días que han realizado mandatarios vinculados al PP a Melilla, a raíz de la tensión que se está viviendo en la frontera con Marruecos, ha provocado un giro sorpresivo: la polémica ha viajado de casa del PSOE hasta el tejado de los populares. José Blanco, ministro de Fomento y a la postre la voz del Gobierno durante el periodo estival, se ha mostrado hoy iracundo al ser preguntado por qué le parece la visita de José María Aznar, hoy a la ciudad autónoma. «Nunca fue a Melilla ejerciendo de presidente del Gobierno y va ahora que no ayuda y, lo que es peor, sabiendo que su presencia no ayuda» a aliviar la tensión en la zona, ha censurado el titular de Fomento. El «número dos» del PSOE ha embestido: «Lo que ha hecho Aznar no lo haría ningún ex presidente de un país democrático. Su visita a Melilla es una auténtica muestra de deslealtad al Gobierno actual y al país».
¿Ningún ex-presidente de un país democrático visitaría una parte del territorio del país? ¿Desde cuándo no puede hacerlo? ¿Ha estado Felipe González encerrado en casa desde 1996? Otra cosa sería que Aznar hubiera hecho lo que hizo Zapatero en su momento, que es visitar el país concreto con el que el suyo estaba teniendo problemas serios. Eso sí es inaudito en un país democrático y que incluso podría entrar en algún tipo del Código Penal. ¿Quizás es que Pepe Blanco considera que Melilla y Ceuta son en realidad otro país? (igual le hizo efecto la foto que podéis ver unos párrafos más arriba) Si es así, sería bueno saberlo.
Y no sólo pasado de frenada: Pepe Blanco está completamente equivocado al decir que Aznar nunca fue a Melilla mientras era presidente.
Fue dos veces. Ambas criticadas por el PSOE; seguro que deben tener todavía algún papelillo en los archivos con las directrices de lo que tenían que decir.
Mirad: no tengo el más mínimo interés en defender ni a Aznar ni a nadie específicamente. Pero me saca cada vez más de mis casillas que el gobierno intente siempre callar las críticas con acusaciones que hasta Joe McCarthy encontraría inaceptables. En cualquier democracia de esas que Pepe Blanco mira sin entender, un gobierno que se dedicase a tapar su incompetencia y sus errores llamando desleales y traidores a la oposición duraría menos que Al Gore en una sesión de masaje. Sería un cataclismo que probablemente acabaría haciendo caer el gobierno, y promovido en muy buena parte por sus propios correligionarios.