UN PASITO MÁS para que se consume
la cacicada:
Sogecable ha anunciado que va a solicitar al Gobierno que permita a su televisión de pago, Canal Plus, la emisión de sus contenidos 24 horas en abierto. Así lo han explicado en una rueda de prensa conjunta el presidente de la compañía, Rodolfo Martín Villa, y su consejero delegado, Javier Díez Polanco.
El Consejo de Administración de Sogecable reunido este martes ha tomado por unanimidad esta decisión. Se espera que el Ejecutivo se pronuncie al respecto en el Consejo de Ministros del próximo viernes, aunque cabe la posibilidad de que le de respuesta a través de una autorización administrativa.
Lo más alucinante de todo es que en la conferencia de prensa que he oido parcialmente por la radio, Martín Villa ha tenido la
caradura de pedir al gobierno que no incumpla la legalidad concediendo una cadena adicional en abierto. Todavía me estoy frotando los oídos.
Está claro que Canal Plus dejará de ser el canal
premium de Prisa, pasando a una programación más convencional y dejando de emitir fútbol de primera división, de las ligas europeas y peliculas "de estreno". Todo ello pasará a un nuevo canal en la plataforma digital, presumiblemente el antiguo Canal Gran Vía, que por lo que parece llevaba un tiempo volviendo a contratar algunos de los trabajadores que despidieron tras la fusión entre Canal Satélite Digital y Vía Digital. Así de claro lo tenían ya. De modo que Prisa ni perderá la mayor parte de los ingresos por abonados al canal premium (lógicamente perderá algunos, pero muchos seguirán queriendo ver fútbol y películas de estreno), y contará además con una buena porción de pastel publicitario en el mercado de la TV en abierto.
Un negocio redondo.
Esperemos que esto sirva para que el resto de medios de comunicación que no estén en la onda polanquiana se pongan las pilas; de momento, Tele 5 ha anunciado su
intención de impugnar el permiso para que Canal Plus emita en abierto. Por otro lado, no cabe confiar demasiado en una reacción de los servicios de defensa de la competencia españoles, pero sí habrá que ver qué dice Mario Monti en Bruselas. No soy un experto en derecho de competencia, pero a primera vista diría que sí hay caso.
Obviamente nada de esto ocurriría si, al tiempo que se otorga la licencia a Canal Plus para que emita en abierto, se liberalizara de verdad, pero de verdad, el sector televisivo. Pero ese no va a ser el caso; simplemente se va a permitir que el operador ya dominante en un sector fuertemente intervenido afiance su posición hasta niveles intolerables. Y encima pidiendo que se cierre la puerta para los demás, una vez que ellos estén ya dentro.
¿Alguna de las voces que berreaban desde aquí sobre la nueva normativa de concentración de medios en EEUU dirá algo sobre lo que está ocurriendo en nuestro propio país? Porque esa normativa, que finalmente no prosperó, era un juego de niños comparado con lo que va a ocurrir aquí; ni en sueños la administración Bush habría aprobado una regulación que creara un escenario ni remotamente parecido al que vamos a tener aquí dentro de poco. En EEUU
el sistema es mucho más complicado, porque el mercado televisivo funciona como el de la radio en España; una cosa es la propiedad de la emisora y otra es la programación que ésta emita. Pero allí se estaba hablando de aumentar del 25% al 35% la cuota máxima de mercado audiovisual en cada demarcación, y relajaba muy levemente las restricciones existentes para que un mismo grupo fuera dueño a la vez de emisoras de TV, de radio y periódicos. Y eso, decían muchos, demostraba que el malo de
Bú favorecía al "gran kapital". ¿Alguien, que no sean los sospechosos habituales sino quien criticaba entonces la concentración del sector de medios de comunicación en
yanquilandia, dirá algo parecido ahora, en una situación incomparablemente peor? Porque, entre el permiso para que Canal Plus emita en abierto y la nueva regulación de la radio, un sólo grupo sería dueño de una cadena nacional propietaria del 100% de los "postes", más una cadena de emisoras locales de TV al 100% de propiedad, más una cadena de radio con una cuota de mercado del 50%, más el monopolio en TV digital. Más el periódico líder nacional de información general, y tres cuartos de lo mismo en medios impresos de información económica y deportiva.
¡Venga, chicos, a protestar!
Por supuesto siempre queda la capacidad de reacción de los espectadores y sobre todo de los suscriptores, lógicamente no de Canal Plus que dejará de tenerlos, sino de otras propiedades del grupo Prisa, especialmente de Digital+. A menos que se descuelguen con una venta; no por otra cosa que para gestionarla es por lo que Zapatero, cuando estuvo en Nueva York, mantuvo un
encuentro secreto con Rupert Murdoch
en las oficinas de éste. Y es que no se sabe quién trabaja para quién, eso está claro.