CRISTINA LOSADA, o cómo se puede ser letal en una sola frase:
No es Rodríguez de los que se estrujan los sesos para dotar de nueva identidad a la izquierda. Su primera definición se la copió a su hija, aunque tal vez era suya y lo ocultó por modestia. Con la sencilla frase de que los de izquierdas se preocupan por los demás, quedaba resumida y actualizada la montaña de literatura dedicada al tema. Y gota a gota, ha ido destilando nuevas lecciones. Hemos sabido que bajar ciertos impuestos es de izquierdas y que subir otros no lo es, y que la balanza se inclina según el barullo que se arme. Que es de izquierdas tomarla con el alcohol y el tabaco, aunque si estas sustancias, y otras, se incardinan en la “cultura de los jóvenes”, la misma izquierda rebosa tolerancia. Y hemos aprendido que enviar tropas a Afganistán lo es, pero que hacerlo a Irak no. Persiste aun la duda de si es admisible, desde la izquierda, hablar de “tropas”Resalto en negrita la frase concreta a la que me refiero.
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