viernes, septiembre 02, 2005

RATAS EN BARCELONA:
HA sido como por arte de magia que la opinión pública por fin ha tenido acceso a la realidad de una Barcelona más próxima al caos abrupto que al orden novecentista. Ha sido de repente, como por una drástica pérdida de la inocencia, que todas las situaciones conflictivas que venían incubando desde hace años han ido alcanzando tanta intensidad que los arrumacos de la larga complicidad han concluido: en el barrio de Gràcia mandan los «okupas», hay ratas en la Plaza Gaudí, el Fórum 2004 fue un fraude, las «zonas verdes» son arbitrarias y los impuestos municipales tienden al exceso confiscatorio. Así, de forma súbita, los contribuyentes de Barcelona han visto al ayuntamiento en manos de un tripartito municipal basado en el «spoil system», con un alcalde escaparatista al frente, el alcalde Clos.

[...] Nadie como el alcalde Clos ha sabido catalizar la bobería postmoderna y desgobernar tanto a la vez. Bajo su mandato municipal, la ciudadanía va constatando que Barcelona ha pretendido ir tan por delante que se ha quedado atrás. La dejación de responsabilidades, el amagar el bulto, el eufemismo de modernidad y el escapismo político han ido acumulando agravios de mucho peso. Para suerte de Clos y de sus socios independentistas y eco-comunistas una extraña mala conciencia impide a CiU ejercer la oposición municipal con el rigor necesario mientras el PP está haciendo lo que puede. A veces se diría que CiU nunca ha querido de verdad lograr el gobierno de la ciudad de Barcelona.
Valentí Puig, certero.