MÀRIUS CAROL:
El ministro Caldera se levantó el miércoles con un subidón de calvinismo y decidió mejorar los horarios de los españoles. Para ello introducirá la recomendación de reducir el tiempo dedicado al almuerzo en una de las leyes que prepara su departamento. "Se acabaron las comidas de trabajo de tres horas", sentenció Caldera, como si el personal de este país se dedicara a hacer la siesta en los restaurantes. Este Gobierno se parece a la Supernanny de TV3, que, si la dejas entrar en casa, te organiza la vida y además te riñe por los hábitos incorrectos de la familia.
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