PAJAS, VIGAS, OJOS AJENOS y demás zarandajas: el domingo pasado, La Vanguardia dedicó varias páginas a resaltar las faltas de otografía en rótulos de establecimientos comerciales de la ciudad (una, dos, tres; hace falta suscripción). De forma algo tediosa publicaban varias fotografías, acompañadas cada una de un breve comentario en el que el graciosillo de turno quería demostrar, más que la propia falta en sí, su superioridad. Con un cierto aire de suficiencia, y olvidando que muchos de esos carteles, especialmente en la hostelería, están escritos por inmigrantes foráneos.
Pero eso no es lo importante, ni lo gracioso. Sí lo es el titular de la propia Vanguardia y el mismo día, sólo unas páginas más adelante:
Viva la prensa de calidá.
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