domingo, febrero 07, 2010

NO HABÍA VISTO la viñeta de Forges de ayer: je.


Vía Santiago González, que comenta:
Forges, otro especialista, apunta hoy el problema: la cosa no funciona porque el presidente copia la pasividad del jefe de la oposición. Vamos perdiendo el partido porque los jugadores que están en el césped imitan a sus compañeros que están sentados en el banquillo. Es una teoría razonable, aunque nadie le echaría la culpa a estos últimos. Salvo los titulares. Dicho lo cual, la situación ha llegado a un punto en que Rajoy no puede dejarse mecer más por las encuestas, que, por otra parte, también castigan algo su inacción. Hace falta un líder, alguien capaz de insuflar un mínimo de aliento, alguna esperanza a un personal que las está perdiendo a marchas forzadas. Su pasividad es la segunda desgracia política del momento. La primera, naturalmente, es la del Gobierno.