GERMÁNICO sobre lo de Krahe:
No voy a entrar a valorar a Javier Krahe, como persona, como personaje y como artista. Ni siquiera voy a entrar en si su humor con los crucifijos me hace gracia o no. Lo que quiero resaltar, de este asunto, es la facilidad y naturalidad con la que muchos presuntos defensores de las libertades pasan de sus ideales abstractos al liberticidio concreto, limitando la libertad de los demás. En este caso, el Centro Jurídico Tomás Moro, o bien promueve o bien aplaude un acto contra la libertad de expresión y, en cierto sentido, contra la libertad religiosa, al llevar a juicio al cómico y artista Krahe por su vídeo satírico. Si, han leído bien: contra la libertad religiosa. ¿O es que un ateísta no tiene derecho a practicar su ateísmo en paz o incluso, ya puestos, a hacer proselitismo de él?Leedlo entero.
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