EDITORIAL DE EL PAÍS, hoy:
Zapatero afronta el tramo final de su segundo mandato con más incertidumbres que certezas. Ni siquiera su continuidad está asegurada, ni en el Ejecutivo que llegue hasta las elecciones generales ni, menos aún, en el próximo cartel de los socialistas. Lo que le aguarda, en cualquier caso, no es un simple compás de espera, sino un calvario político al que no puede poner fin hasta después de mayo ni tampoco prolongar con el único propósito de agotar la legislatura.Seguid leyendo.
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