SE PUEDE SER CARADURA --en el fondo todos lo somos un poco, no nos engañemos-- pero al menos cabría pedir un poco de pudor:
El eurodiputado que desencadenó la cruzada contra los viajes en clase business de los políticos comunitarios ha caído bajo su propia munición. El portugués Miguel Portas, del Bloque de Izquierda, ha sido cazado volando plácidamente en primera tras haber exigido a sus colegas que renunciaran a este privilegio. La fotografía a la que ha tenido acceso este diario fue en un vuelo de la compañía TAP por otro eurodiputado luso, víctima de la campaña desatada por Portas.
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