lunes, julio 09, 2012

DANIEL LACALLE:
Indignación. El BCE nos ataca. Ahora, según algunos, es Draghi el culpable incuestionable del Plan E, de duplicar la deuda del Estado, de las diputaciones, cabildos y subvenciones, culpable de la regulación más enrevesada y multiplicada de la OCDE, de ser uno de los países donde cuesta más abrir una empresa y de los aeropuertos fantasma. Culpable, Draghi. Y Yoko Ono también, por no donarnos los derechos de autor de su difunto para financiar AVEs inútiles. Malvados.

Tras subirnos en el carro de “Draghi va a enchufar la maquina de imprimir, te lo juro, que me lo han dicho”, nos llevamos la sorpresa de que no. Que el umbral de deuda está al límite. .. ‘Aaaand it’s gone’ (Y se fue), como decía el episodio de South Park.
 

La deuda es una droga. Y como los drogadictos en los tristemente famosos supermercados de crack de Harlem, esperábamos ansiosos que el Banco Central Europeo nos sacara de nuestro agujero de deuda con más deuda para seguir gastando. Y sin presupuestos bianuales aprobados, acabáramos. Qué cosas pedimos. Y como a los drogadictos, aunque nos bajen los tipos a niveles indecentemente bajos, los efectos nos duran cada vez menos. ¡Qué malvado el Banco Central Europeo, que tras prestar 288.000 millones a nuestros bancos y bajar los tipos de interés al 0,75% no “hace más”! ¿Qué más quieren que haga? Una donación. Ah, no, de esas no hay.
 

El BCE no ayuda. Presta. No rescata. Presta. No regala. Presta. 


[...] Exigimos “más” a pesar de que España ha recibido el equivalente a dos planes Marshall en ayudas. Tras dos inyecciones de liquidez (LTROs) que han llevado a endeudar al BCE hasta en 3 billones de euros demandamos “más”. Expandir el balance lo llaman los técnicos, para no asustarles, pero es deuda empaquetada y escondida. Exigimos donaciones. Pues no.
 

Vivimos un mercado manipulado y cuanto más se interviene y más se manipula, menos duran los efectos placebo, porque los problemas reales no se resuelven, se esconden y, como en el pasado, el cartero llama dos veces y nos pillan con los deberes sin hacer. Un mercado manipulado a beneficio de los estados. Represión financiera, como ha demostrado el escandalo de Barclays con la manipulación del Libor, en cuanto llamaba Gordon Brown había que “bajar” los tipos. A propósito, cómo me gustaría ver en España resolverse un escándalo bancario con la contundencia y rapidez que se ha visto en Barclays.
Leedlo entero, hacedme el favor.