sábado, septiembre 02, 2006

DÉMOSLE LA BIENVENIDA al nuevo dictador latinoamericano que utiliza la democracia como una coartada. Ya es oficial:
En medio de graves incidentes tanto en el interior como en el exterior del edificio, la Asamblea Constituyente boliviana reunida en Sucre acordó ayer, con la ausencia de la oposición, dotar al organismo de carácter "originario", lo que en la práctica le otorga poderes absolutos y lo desvincula de toda la legislación existente desde la independencia de Bolivia, en 1825. En la misma votación se decidió que los artículos de la nueva Ley Fundamental sean aprobados por mayoría absoluta y no por dos tercios, tal y como establece la ley, y que el Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales no alcanzaba.

Pasadas las cuatro de la madrugada (diez de la mañana, hora peninsular española) y en medio de gritos de "¡dictadura! ¡dictadura!", varios diputados de la oposición se dirigieron al estrado donde se estaba leyendo el nuevo reglamento propuesto por el MAS y se enzarzaron a golpes con partidarios del presidente. En la trifulca, el jefe del grupo parlamentario del MAS, Román Loayza, sufrió un traumatismo craneoencefálico y ayer se encontraba internado en un hospital de la capital constitucional boliviana en estado de coma.

La oposición considera que Morales ha roto las reglas del juego -vulnerando no sólo la legislación vigente, sino los términos en los que fueron convocadas las elecciones constituyentes del pasado julio- y se dispone a aprobar una nueva Constitución no por consenso sino mediante la victoria en las sucesivas votaciones por mayoría absoluta. Después de la pelea, los diputados opositores abandonaron la sala y el MAS procedió a aprobar su propia propuesta.

La asamblea consta de 255 diputados, de los que, de acuerdo con lo estipulado por la legislación, son necesarios 177 para aprobar el articulado de la nueva Constitución. El MAS apenas llega a 134, pero con la votación de ayer le basta con 128 votos para sacar el nuevo texto adelante.