¿OS ACORDÁIS cuando se decía que el caso Bosman iba a arruinar al fútbol español? Era casi un artículo de fe: si se abrían las fronteras, se decía, los jugadores extranjeros iban a inundar el mercado nacional, dejando fuera a los locales que no podrían competir. Y claro, la selección nacional quedaría compuesta por jugadores nacionales mediocres que no se comerían un colín. Pues bien, en lugar de eso resulta que va la industria nacional y consigue un éxito tras otro.
Queridos antiglobis: lo mismo ocurriría con todo. El proteccionismo, aunque de entrada parezca que ayuda, sólo impide el desarrollo.
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