DECÍAMOS AYER que la ventaja de Obama fue clara en el número de compromisarios, aunque no tanto en el voto popular (2,2 entre 118 millones de votos). Pero si se desciende al nivel de los condados, se ve cómo esa claridad se debe fundamentalmente al sistema electoral americano. Este mapa refleja claramente que Romney ganó en la inmensa mayoría de condados (recordad que los colores van 'al revés': en EEUU el rojo es el color de los Republicanos y el azul el de los Demócratas):
Como siempre, clic para agrandar.
Así que ese sueño, esa segunda oportunidad (sí, esa segunda oportunidad); esa era Obama II, esa victoria, esa seducción, ese huracán, es mucho más matizado de lo que se dice especialmente en la prensa española. El mandato que obtuvo ayer Obama en las urnas es muy limitado y en un país que ni de lejos ha confirmado su apoyo a las políticas que ha estado aplicando estos años.
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