PERE VILANOVA (que por cierto fue profesor mío en la universidad) va bastante por la línea en la que escribí hace días:
En tercer lugar, sin embargo, hay que respetar las matemáticas y la lógica aristotélica. Nos dicen que si se aplica a rajatabla la prohibición de fumar, se evitarán no sé cuantas miles de muertes al año (o decenas o centenares de miles). Bien, pero siendo así que los seres humanos acabamos muriendo de algo, estos miles y miles de ciudadanos acabarán muriendo de otras cosas, con lo que quedan ustedes advertidos: en los próximos años, otras causas de muerte se incrementarán en proporción. Además, los que creemos no sólo en el derecho a una muerte digna, sino en que sólo cada uno es dueño de decidir sobre su salida de este mundo, otorgamos un margen para que el que quiera fumar, salvadas las precisiones antes citadas, pueda fumar.
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